El SOCO “un paraiso dispuesto a ser descubierto”

EL SOCO – “un paraíso aún por descubrir”

Un paraíso sin explotar

Cada compañía tiene un deber en el ambiente que ha elegido para desarrollarse, este deber no es solo el de realizar nuestras tareas de construcción y diseño, sino también el de realizar aportes a la sociedad a través de nuestros conocimientos de manera que puedan ser aprovechados de manera positiva en el futuro de cada lugar donde nos hemos ubicado.

En una isla tan preciada como la nuestra, tan llena de lugares de aventura y formas de disfrutar en familia, olvidamos nuestros orígenes en un mundo tan lleno de contaminación.   En el deseo de vivir eso que una vez tuvimos de manera gratuita, ahora recurrimos a los viajes al extranjero y solo cuando no es posible salir del país es cuando decidimos quedarnos y pensamos que solo hemos de disfrutar eso que añoramos en un hotel o en la playa.

Es por esto que hemos decidido hacer énfasis en el sector de “EL SOCO”, porque más que ser el lugar de origen para un pueblo tan lleno de historia, es un paraíso tropical, de playas, vegetación, y uno de los ríos más importantes, con aguas libres de contaminación, ideal para la pesca y deportes acuáticos.     Su antiguo puente lleno de historia, se ha visto reemplazado por un nuevo puente para una mejor comunicación vial, lo ha desplazado en importancia, pero lejos de entender que esto es completamente negativo, como se ha visto hasta ahora, entendemos que por igual pudiese tener un efecto completamente opuesto.

El antiguo puente debería renacer como una entrada majestuosa al mejor paraje que pueda existir en una de las vías más importantes del este, con hoteles y campos de golf en sus proximidades, la ruta de acceso ROMANA- SAN PEDRO, pudiese ser la nueva entrada a un mundo lleno de naturaleza, diversión y descanso, una parada turística llena de quioscos para la venta de artesanías, excursiones a caballo y en bote, o cualquier tipo de vehículo todo terreno.

La readecuación de antiguos cementerios y cuevas indígenas, donde aun según cuentan se encontraban los antiguos nativos.  Estos y muchos otros aun sin mencionar, son perfectos ejemplos del valioso tesoro escondido de una zona aun virgen, no explotada, y con muchísimo potencial.

Queda mucho trabajo por realizar, pero esta primera idea, que bien le llamaríamos primera etapa, puede lograrse con inversiones relativamente mínimas, en la que el inversionista de aventura, en caso de conseguir un espacio en dicha comunidad,  puede lograr hacerse de una joya de lugar con condiciones excepcionales.

Nuestro trabajo al brindar esta idea,  como aporte es solo un granito de arena, o en este caso, una pequeña rama para el gran árbol que espera crecer, y esperamos que con el apoyo de la comunidad del soco y aquellos atrevidos a vivir los sueños de aquellos grandes hombres que en la historia han de ser los primeros, pueda todo esto llegar a su realización en poco tiempo, y menciono poco tiempo pues su futuro es inevitable, es solo cuestión de tiempo.

 

Para más información sobre “EL SOCO” puede contactarnos a nuestros teléfonos en la sección de contacto o también escribirnos a nuestros correos en todo momento.

 

AREA DOS CONSTRUCTORA

“Siempre presente en la realización de un futuro mejor”

 

Para aquellos interesados en conocer más, continúen leyendo más abajo

“El Soco” :   Un poco de su Historia y Cultura

La Sección El Soco pertenece a la provincia  San Pedro de Macorís, al margen del Río Soco y perteneciente al Municipio de Ramón Santana.

Para entender la cultura y el poco desarrollo que ha tenido esta comunidad debemos remontarnos al descubrimiento de la Isla Española por Cristóbal Colón, en ese momento estaba dividida en cinco cacicazgos, y la comunidad del Soco siendo perteneciente a Higuey, motivo de vida para la comunidad por sus ríos en los cuales, los indígenas de la época vivían de la recolección de frutos y de la pesca que les proporcionaban, del mismo modo les servían de medio de transporte a las demás aldeas.  Por eso al observar el área política o comunitaria en El Soco podemos encontrar pruebas constantes del hábitat de estos aborígenes y sus utensilios, de los cuales aún existen en la actualidad.

Tiempo después se desarrolla la Isla y es para la formación de la República que esta se divide en grandes provincias, para ese entonces El Soco quedó dentro del territorio de la Provincia de El Seibo, una provincia de vasto territorio.

 

El río Soco fue el principal sitio de vida para los lugareños, para esa época se convirtió en un medio de comunicación entre el municipio de El Seibo y el Puerto de El Soco, denominado así al momento, ya que grandes barcazas eran cargadas en sus márgenes con productos agrícolas en grandes cantidades, mismos que fueran cargados en mulas, carretas y llevados al puerto de Macorís del Mar, llamado hoy San Pedro de Macorís, y más tarde trasladados al puerto de Santo Domingo y a otras islas del Caribe.

 

Cuando San Pedro de Macorís se convierte en Provincia, la comunidad de El Soco pasa a ser parte del municipio de San Pedro de Macorís ocupando gran parte de su territorio.  Hoy aún permanece dentro de esta ciudad.

Inicia San Pedro de Macorís a desarrollarse en el área de los ingenios azucareros y de nuevo la comunidad de “El Soco” se convierte en una recepción de boricuas que llegaban en lanchas o barcos a la comunidad donde se alojaron y se transformaron en la raza predominante de la localidad, en una mezcla de rasgos de la raza aborigen que aún existía para la época.

 

Este asentamiento de boricuas se formó como un pueblo de trabajadores para el corte de caña en los diferentes ingenios, algunos se fueron a vivir a la comunidad a San Pedro de Macorís, y otros que aún quedan hoy en día, son parte de las familias que lo conforman.  A pesar de esto continúo su desarrollo como una comunidad de pescadores por una condición especial que presenta el rio, el cual cierra por temporadas su boca en conexión al mar, transformándolo en un estuario marino para el desarrollo y la crianza de peces que anidan en las raíces de los mangles.   El rio Soco es de los pocos ríos que aún conservan especies de manatíes y grandes cantidades de crustáceos como el cangrejo, la jaiba, el camarón de rio, etc.

 

De igual modo es un lugar muy especial para el turismo, debido a que sus márgenes se preservan intactas en la ausencia de industrias que le contaminen, manteniendo la belleza de su naturaleza a su mayor esplendor con el pasar de los tiempos.

 

La sección de “El Soco”  toma su nombre del rio que le llena de vida, en principio por la benevolencia de sus tranquilas aguas y la calidad de la pesca que allí se originan.   Hoy de nuevo se convierte en un punto de desarrollo excelente para el turismo, como reserva natural que debe ser preservada.